Una mañana de agosto (06/08/2021) me sorprendió y consternó la noticia del fallecimiento de Ana Hernando Rica, sentí un gran vacío.
Era una mujer, pero podría ser otra cosa, una de las ‘dragonas del trabajo social’, la verdad al desnudo mirándote a los ojos, una presencia constante que acompaña en el camino, la constancia de que existe el camino.
La conocí en 1998 cuando era presidenta del Colegio de Trabajo Social de Aragón y yo Secretaria General del Consejo del Trabajo Social. La recuerdo siempre documentando la actividad académica y de las organizaciones profesionales.
Con el paso del tiempo estableció una relación personal conmigo, siempre escuché su palabra, su experta voz, tras uno de sus últimos mensajes hace unos días
– Quiero hablar contigo sobre algo que no he entendido
Dos horas de conversación sobre la vida y la profesión
– Ya decía yo…
Te despediste de mi diciendo con tu verdad sin reservas
– Te quiero
Y con eso me quedo mi dragona elegante del trabajo social, un eterno abrazo, yo también te quiero.