[citation]»En España luchábamos por superar el modelo mediterráneo que cargaba a la familia y con ello a las mujeres con el cuidado a las personas en situación de dependencia y a la crianza de los niños y niñas»[/citation]
En cuanto al Estado de Bienestar Social, tal y como lo hemos concebido desde los modelos europeos según Sapir, los españoles aspirábamos al anhelado modelo nórdico, en los que pagar impuestos sale bien a la ciudadanía. No obstante en España luchábamos por superar el modelo mediterráneo que cargaba a la familia y con ello a las mujeres con el cuidado a las personas en situación de dependencia y a la crianza de los niños y niñas.
Sin embargo el sistema de servicios sociales, a pesar de ser los que estaban en una situación de necesidad de mejora y perfeccionamiento que los otros, habían iniciado el camino a la universalización a través del reconocimiento del derecho subjetivo a la atención a la dependencia y el reconocimiento de algunos derechos subjetivos en algunas de las leyes autonómicas de servicios sociales.
Con la aplicación de los recortes se ha renunciado a la prevención, la promoción y la sensibilización nos gobierna el cortoplacismo, se destruye lo construido durante décadas con recortes indiscriminados en las políticas sociales y las reformas en la normativa, todo lo destruido será muy difícil de reconstruir. La no-prevención o la carencia de intervención social en las situaciones de riesgo generaran un coste mucho más elevado a medio y largo plazo. Por otro lado, no se piensa en la creación de empleo, la riqueza, los retornos fiscales que producen los servicios sociales, son una inversión social y no un gasto. Así lo demuestran muchos estudios de impacto de políticas sociales.