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Última definición de Trabajo Social

By 20 septiembre, 2016 No Comments

El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldado por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar (FITS y AIETS, 2014).

Si quieres ver el enlace de la FITS Global PINCHA AQUÍ

 

Así se publica en un artículo de diario.es en el espacio creado por el Colegio de Trabajo Social de Castilla La Mancha  «Hablemos de Trabajo Social» para verlo PINCHA AQUÍ

El cumplimiento de los Derechos Humanos y la justicia social es la base del trabajo social desde su nacimiento como profesión, a finales del siglo XIX. Los y las trabajadoras sociales promovemos el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas, desde la práctica y basándonos en la disciplina académica. Así lo recoge la definición de la profesión aprobada por la Federación Internacional de Trabajo Social y la Asociación Internacional de Escuelas Universitarias de Trabajo Social, en su congreso celebrado en Melbourne (Australia) en 2014.

Como el resto de profesiones reguladas, el trabajo social tiene dos ejes fundamentales. Uno de ellos es la ética profesional (que parte de su propio código deontológico) y todo profesional debe cumplir. Otro es el conocimiento que se adquiere a través de la carrera universitaria y la investigación, la formación y la experiencia.

Los y las trabajadoras sociales intervenimos, acompañamos a las personas, con el objetivo de generar un cambio positivo en sus vidas. Para ello es importante contribuir a realizar las transformaciones necesarias tanto individuales como sociales. Esto lo denominamos desarrollo social. Trabajar con las personas también implica el respeto por la diversidad y por el conocimiento de las minorías.

Es fundamental que en nuestro trabajo tengamos en cuenta a las personas de manera individual, pero también al contexto donde se desenvuelven para conseguir las transformaciones necesarias que mejore su vida y su bienestar.

Pero no es sólo compromiso social lo que es necesario para ser trabajador o trabajadora social. Es importante la adquisición de competencias y conocimiento. Por eso, el trabajo social es una profesión regulada y titulada en el Espacio Superior Europeo. El trabajo social es una carrera universitaria de grado superior. Aunque menudo se nos pueda confundir con personas que tienen buena voluntad para ayudar a los demás, los trabajadores y trabajadoras sociales somos mucho más: nuestra titulación y nuestro código deontológico marcan la diferencia, si bien construimos nuestros conocimientos gracias a lo que nos aportan las personas con las que trabajamos.

La profesionalización es importante para garantizar una buena práctica en la intervención a la ciudadanía y a las instituciones, es decir es un elemento importante de garantía de que las cosas se hagan bien.

Desde los Colegios Profesionales y el Consejo General además de esa labor hemos querido reforzar la evolución hacia un trabajo social crítico y militante, comprometiéndonos en la defensa de derechos. Pretendemos incidir en las políticas económicas y sociales que persigan lograr paz y justicia social. Pensamos en todas las personas, luchamos contra la desigualdad social y respetamos las diferencias. Contribuimos a que las personas vivan una vida que merezca la pena ser vivida.

Os recomiendo el artículo publicado por la revista RTS Nº 207 del Colegio de Trabajo Social de Cataluña (Pág. 143-155) donde se explica el proceso de actualización para llegar a la definición actual de trabajo social aprobada en Melbourne (Australia) en 2014 PINCHA AQUÍ
Este es el resumen: En el artículo se explica el porqué y el cómo del proceso seguido para llegar a la nueva definición global de trabajo social aprobada en Melbourne en 2014 por la Federación Internacional del Trabajo Social (FITS) y la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AIETS). Se revisó a partir de la anterior de 2000/ 2001 que tuvo una gran repercusión, pero también fue muy criticada por su marcado carácter occidentalista. La nueva definición incluye nuevas aportaciones como la superación del binomio teoría y práctica, una mayor vinculación en el deber de cambio social, el empoderamiento y la liberación de las personas y el reconocimiento de la diversidad y la responsabilidad colectiva de los pueblos, arrojando una imagen mucho más visionaria de la profesión.